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Hay gran desorden en manejo desechos biomédicos



 La clasificación y recolección de los desechos sólidos hospitalarios se sigue realizando en medio de deficiencias, sin criterios apropiados y bajo riesgos, mientras los centros médicos no se detienen en generar diariamente grandes volúmenes de estos materiales biomédicos.

En el Gran Santo Domingo hay 37 hospitales públicos, de los cuales un total de 27 generan mensualmente 272,310 libras de desechos, equivalente a unas 123.50 toneladas cada mes.

Mientras unas 29 clínicas privadas de la misma demarcación producen al menos 202,815 libras, lo que representa 91.99 toneladas por mes, de acuerdo a datos obtenidos por LISTÍN DIARIO de la empresa recolectora Alianza Innovadora de Servicios Ambientales (AIDSA).

 El 60% de los desechos biomédicos que recibe AIDSA corresponde a hospitales públicos, los cuales generan de 15 a 20 libras cada día y los centros privados entre 8 a 10 libras, detalló el propietario de la compañía, Luis Rodríguez.

Clasificación
Rodríguez se muestra insatisfecho con la clasificación de desechos en los centros de atención médica de República Dominicana. “No les gusta gastar dinero en equipos para los objetos cortopunzantes”, dijo sobre la necesidad de mejorar la segregación.

De acuerdo al Reglamento de los Desechos y Residuos Generados por los Centros de Salud que se creó mediante el decreto 126-09, los materiales desechables de quirófano, laboratorios y otros que se utilizan para dar asistencia única a los pacientes, deben de ser depositados en bolsas rojas y los objetos cortopunzantes en envases de material rígido.

No obstante, estas reglas no son aplicadas al pie de la letra por los trabajadores de la salud, relata Rodríguez desde su experiencia en el área, lo que dificulta el método de esterilización que utilizan antes de enviarlos  al relleno sanitario.

Hay hospitales que echan las agujas en envases plásticos e incluso en recipientes para detergentes, mientras otros las envían sueltas, narró impactado por la carencia de conciencia que tienen la administración y el personal médico.

“A veces los potes (envases) los mandan sin tapas y algunos envían las agujas sueltas; cuando un empleado toma esa funda y si se lastima tengo que mandarlo hacerse pruebas de VIH, a ponerle antitetánica y un montón de cosas”, expresó respecto a los riesgos que enfrentan sus empleados.

Vianela Taveras, gerente de la empresa, citó que los hospitales Vinicio Calventi, traumatológico Darío Contreras, Regional Marcelino Vélez Santana y el Francisco Moscoso Puello (este último cuando le prestaban servicios) son algunos de los centros públicos que peor segregación presentan.

“Si hacen énfasis en la clasificación y el manejo de esos desechos, en especial los hospitales, sería un éxito”, sostuvo tras resaltar que las pocas clínicas a las que  prestan servicios son más cuidadosas.

Manejo inadecuado
Otra empresa que se dedica a la recolección de estos desechos es PyD Recycling. Uno de sus operadores, Pedro Durán, considera también que el personal de salud carece de concientización en el manejo de esos desechos.

Citó incluso que en un determinado momento tuvieron que prescindir del contrato que tenían con el hospital General Docente de la Policía Nacional por la inadecuada clasificación.

“Ahí (hospital de la Policía) dejamos de recogerles porque cada vez que íbamos era un desastre y tirados en fundas rotas”, dijo.

Señaló que para algunos centros médicos, en especial los públicos, es más fácil depositar estos desechos junto a la basura común para que sean llevados al vertedero.

 “Aquí (en el país) hay un problema con los desechos biomédicos porque a los hospitales no les gusta pagar; por ejemplo, el hospital Vinicio Calventi nos quedó debiendo casi un millón de pesos”, recordó.

Durán detalló que prestan sus servicios a aproximadamente 10 centros de salud, entre públicos y privados, incluyendo algunos laboratorios del Gran Santo Domingo.

Entre los hospitales citó la Maternidad de La Altagracia, de la Mujer Dominicana y el Juan Pablo Pina de San Cristóbal.

Servicio Nacional de Salud
Las doctoras Ana Núñez, directora del departamento de Salud Ambiental, y Ana Arias, coordinadora de gestión del Servicio Nacional de Salud (SNS), admitieron que en diferentes supervisiones han determinado “temas con la clasificación”. Y citan, por ejemplo, que algunos zafacones que deben de tener fundas rojas (para identificar los desechos peligrosos) tienen fundas negras (basura común).

Luego de estos hallazgos resaltan haber “desarrollado talleres de capacitación” en todo el país para el personal médico. No obstante, la valoración de los dueños y gerentes de las empresas recolectoras de estos desechos es que se trata de un proceso deficiente.

Desechos no biomédicos
La errónea segregación no deja de sorprender a las empresas. Rodríguez confesó que en ocasiones algunos hospitales les envían fetos y extremidades junto a los desechos hospitalarios, lo cual está prohibido por ley.

Una vez se percatan, los devuelven al centro médico junto a constancia dirigida al director para que éste aplique el procedimiento correspondiente. “Cuando se lo enviamos con una carta de una vez se ponen a las pilas”, dijo.

Especificó que las extremidades deben de llevarse al cementerio para que sean enterradas en una fosa común propiedad del hospital, luego de realizar un acta de defunción que certifica a la persona que pertenece.

“No podemos aceptar desmembramientos, fetos ni ninguna parte humana”, enfatizó.

Clínicas
En el sector privado la situación se agudiza un poco más, conforme a los testimonios de los entrevistados.

Algunos directores de las clínicas de la región Este y Sur profundo se han “opuesto” a la ejecución de una debida recogida de sus desechos infecciosos por el alto costo que tiene el servicio, detalló a LISTÍN DIARIO el director de la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados (Andeclip), Rafael Mena.

Esta asociación tiene afiliadas aproximadamente 116 clínicas y se estima que a cada una les costaría entre RD$80,000 a RD$100,000 el servicio por mes.

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Opuestos.
Algunos directores de las clínicas de la región Este y Sur profundo se han “opuesto” a la ejecución de una debida recogida de sus desechos infecciosos por el alto costo del servicio, detalló a Listín Diario el presidente de la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados (Andeclip), Rafael Mena. Esta asociación tiene afiliadas aproximadamente 116 clínicas y se estima que a cada una les costaría entre RD$80,000 a RD$100,000 el servicio por mes.