Economía dominicana continuará creciendo
SANTO DOMINGO.-El 2017 marcó el decimocuarto año de crecimiento ininterrumpido de la economía dominicana, según explicó Simón Lizardo Mézquita, administrador general del Banco de Reservas.
Esa secuencia no se había registrado desde la década de 1970. Señaló que el consenso de expertos del sector público y privado, de los multilaterales y demás organismos independientes, consideran que la economía crecerá nuevamente en 2018.
“De ser así, al cierre de este año, República Dominicana registraría el mayor período de expansión sostenida de su historia”, sostuvo el ejecutivo bancario.
Reducción de la pobreza
Durante el II Desayuno Empresarial Banreservas, ante la presencia de empresarios e industriales de diversos sectores, Lizardo Mézquita agregó que “este período no solo ha sido expansivo, sino también inclusivo”.
Añadió, que eso permitió “reducciones históricas en los niveles de pobreza y desempleo, contribuyendo así al incremento observado de la clase media”.
El administrador general de Banreservas puntualizó que los resultados del crecimiento alcanzado el año pasado se lograron en un entorno de precios estables, con una inflación dentro del rango meta del Banco Central y una reducción de las vulnerabilidades externas.
“A esto se conjuga una reforzada política de control de gasto público que, junto a un reciente récord en recaudaciones, permitió una reducción del déficit fiscal”, precisó el ejecutivo bancario.
Experto en economía internacional
En el encuentro también participó el experto en economía internacional, Raúl Feliz, quien disertó sobre las “Perspectivas de la Economía Dominicana ante los Retos Globales”.
Sector financiero saludable
Simón Lizardo Mézquita sostuvo que el sector financiero se mantiene saludable y refleja un desempeño robusto, mostrando una sana capitalización, rentabilidad y calidad de los activos.
En cuanto a Banreservas explicó que mantiene su liderazgo en el sector bancario, ocupando la primera posición en cartera de préstamos, depósitos y utilidades, con niveles de morosidad inferiores al promedio del mercado, y un índice de solvencia que supera con holgura el límite regulatorio.
Valoración internacional
De igual modo, dijo que el entorno internacional ha valorado favorablemente los resultados de la economía dominicana.
De manera que citó como ejemplo a la firma Moodys, que mejoró la calificación soberana del país; mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció su estabilidad macroeconómica.
“Cuarta Revolución Industrial”
Lizardo Mézquita destacó la denominada “Cuarta Revolución Industrial”, como un fenómeno que probablemente impactará de forma permanente la evolución de nuestras economías.
“Este cambio de paradigma está caracterizado por la fusión de tecnologías digitales y físicas, como son la robótica y la inteligencia artificial”, subrayó.
El administrador general de Banreservas explicó que esas innovaciones junto al análisis de bases de datos masivas o Big Data, está influyendo en la eficiencia operativa de las empresas, la productividad de los trabajadores, la interacción entre gobiernos y ciudadanos, entre otros aspectos sociales.
Resaltó también que estos cambios han venido acompañados de un importante desplazamiento generacional, como es el surgimiento de los millennials, quienes están impactando de forma disruptiva la demanda de bienes y servicios en todas las industrias.
“Se trata de una generación de nativos digitales que esperan que las empresas se anticipen a sus necesidades, demandando bienes y servicios basados en perfiles individuales; y exigiendo que su relación de negocios ocurra a través de sus plataformas digitales preferidas”, puntualizó Lizardo Mézquita.
Pronósticos
Esta Cuarta Revolución Industrial representa un puente entre las exigencias de los nativos digitales y los modelos tradicionales de negocios, precisó el ejecutivo bancario.
Asimismo, citó un reciente estudio del Foro Económico Global, el cual presenta algunos pronósticos que ilustran los cambios que producirá esta revolución.
Lizardo Mézquita consideró que los gobiernos tendrán la tarea de diseñar marcos regulatorios que permitan capturar los beneficios de estas tecnologías y garantizar las oportunidades que ofrece esa revolución.