Si una puede las otras también
De niña, Gisela Herrera soñaba de grande manejar cabezotes porque veía a su mamá en el volante de un camión. El abuelo, también camionero, le enseñó a pasar los cambios tan temprano como a los 8 años.
De manera que aprender a manejar le fue fácil, tuvo la mejor escuela.
Lo complicado para ella fue, después y mientras tanto, conseguirse un novio. "Era difícil porque decían: esta mujer no es fácil”, cuenta. Se asustaban.
Trabajó en la OMSA y ahora es la única mujer conductora de autobús en la Dirección General de Aduanas.
“He tenido que luchar para mantenerme en el puesto”, nos confiesa.
Su caso, dice, puede y debería mostrarle a otras mujeres que no hay oficio o profesión prohibida o imposible para las mujeres y animarlas a intentar abrirse espacio en lugares llamados "exclusivos para hombres".
Como Gisela hay muchas mujeres dominicanas que cuando quieren, pueden.
En el gobierno de Danilo Medina celebramos y promovemos que así sea.