Coquero deja su último aliento encima mata de coco
San Cristóbal.- El Charli, quien en su vida no tuvo tiempo para tener un nombre propio, de algo mas o algo menos de 50 años tenía su clientelas en los diferentes sectores de la ciudad de San Cristòbal,a los cuales acudía,cuando su memoria le recordaba que ya había coco de agua.
Ese dia,el Charli,arrancò temprano hacia el sector de Canastica en donde tenía unas cuantas matas de coco a las cuales no les hacia los respectivos cortes del producto,luego de acordar con su acostumbrada vendedora el precio que pagaría por la mercancía.
Llegò a la casa de Doña Mercedes y èsta como siempre, luego de brindarle una taza de café,le comunicò que la mata de coco del patio estaba cargada del producto y que era necesario que subiera a tumbarlo.
“últimamente me he sentido mareado”dijo a Doña Mercedes pero eso debe ser que hace días que no tomo café temprano,!bueno pues ya està resuelto porque este café que acobo de darle me lo mandò mi hija de New York.
Charli,arrastrò sus pasos hasta la mata de coco,localizada en el patio de la casa de Doña Mercedes y emprendió su últimos viaje en este mundo,torpe como nunca,debido al cansancio que sentía,pero con la decisión de conseguir algunos centavos para poder seguir viviendo.
Ese dia,como nunca, durò casi media hora para recorrer los 15 metros hacia arriba que tiene la mata de coco,Charli lanza su último aliento y logra encaramarse encima de las hojas de la mata de coco.
Allí respira pesadamente y siente un alivio al lograr establecer un sueño que ya nunca terminaría.
Doña mercedes,una hora mas tarde,se percata de que los cocos no caían y llama a su vecina doña Marina y le comunica la situación;èsta a su vez trata de llamarlo con mas ikntensidad,pero nada.Charli había dejado en una mata de coco su último aliento de vida.
Por:Domingo Uribe