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Presidente de la SCJ rechaza Iglesia culpe justicia por los linchamientos

 



SANTO DOMINGO.- El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) reaccionó este jueves por la acusación de la Iglesia Católica de que las autoridades judiciales son las responsables de los linchamientos de presuntos delincuentes que se producen en el país, lo cual rechazó.

El magistrado Mariano Germán Mejía se mostró en desacuerdo en que la ciudadanía quite la vida a personas que se presume cometieron delito, y dijo que esa acción no debe ser tolerada bajo ninguna circunstancia.

“Solamente Dios tiene derecho a quitarle la vida a un ser humano”, expresó Germán Mejía al encabezar la inauguración de la remodelación del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes, en San Juan de la Maguana.

Sin embargo, evadió referirse en detalles a la acusación de la Iglesia, de que el poder judicial es el responsable de que turbas enardecidas cometan linchamientos de personas.

El clero dominicano considera que esas acciones, las que califica de abominables, merecen la más firme condena.
Asegura que aquellos que participan en los linchamientos deben ser sometidos a la justicia, para que respondan por esos actos que define de salvajes.

“La indiferencia ante estos hechos abominables lo que hace es multiplicar la violencia hasta hacer del país un infierno”, precisa.

En su órgano de difusión impreso, periódico Camino, que circula semanalmente en el país, particularmente en la comunidad católica, esa religión hace un llamado urgente para que las autoridades ataquen las causas que generan la descomposición social que vive el país.

“Ver a una multitud enardecida brotando de su piel odio y fuego de venganza en su máxima expresión, es algo execrable. Observar una turba quitándole la vida a una persona como si estuvieran en un matadero de animales, es llegar a la barbarie”, deplora.

El editorial de Camino, que se titula “Acciones Salvajes”, cierra así: “Qué lástima que encontremos personas que aprueban y justifican estos actos criminales, mientras otros guardan un silencio cómplice, olvidando el mandato divino de No Matarás”.