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Obispo de La Vega condena la brujería, egoísmo, inmoralidad y corrupción



LA VEGA.- El obispo de La Vega, monseñor Héctor Rafael Rodríguez, declaró este jueves que "la brujería, la lujuria, la inmoralidad, el libertinaje, la idolatría, la discordia, la rivalidad, egoísmo, sectarismo, envidia, borrachera y corrupción", no conducen a las personas a ningún camino positivo.

"Eligiendo la obra de la carne, no se llega a ningún camino", declaró el religioso al presidir este jueves una homilía en el santuario del Santo Cerro, de la norteña provincia de La Vega con motivo del Día de la Virgen de Nuestra Señora de las Mercedes.

Al acto religioso en conmemoración de la Virgen de las Mercedes que junto a la Virgen de la Altagracia, son las dos patronas del pueblo dominicano, asistieron miles de feligreses de diferentes pueblos del Cibao (norte), de Santo Domingo y otras partes del país.

Rodríguez deploró que muchas personas elijan el camino del mal y no el del bien, "que es el que Dios nos pone a elegir".

Asimismo, explicó que el sueño de Dios es que promovamos el amor, la hermandad, la confraternidad y la solidaridad entre los demás.

Por igual, estimó que es importante saber elegir y manejar "el don de la libertad que Dios nos ha dado".
Asimismo, indicó que unos se inclinan por las obras de la carne y otros por las obras del espíritu.
Como cada 24 de septiembre, miles de devotos católicos acuden a la comunidad del Santo Cerro, un empinado poblado entre La Vega y Santiago, donde existe el mayor santuario del país en honor a la Virgen de las Mercedes, para venerarla y honrarla.

Muchos de los devotos que subieron hoy al Santo Cerro, explicaron que cumplían promesas que habían hecho a la Virgen, por concederles algún milagro.

Carmen Emilia Estévez dijo a Efe que caminó descalzada los 13 kilómetros que hay desde la ciudad de Santiago hasta el Santo Cerro en penitencia por un milagro que le hizo la Virgen de las Mercedes.

"Hace seis años, el que era mi pareja, con el que procree tres hijos, portando un filoso cuchillo me acechó en un callejón solitario del barrio de Cienfuegos de Santiago para matarme, mientras huía, gritaba y pedía auxilio y nadie me escuchaba, le pedí protección a la Virgen y me la dio", narra la mujer.

"El me tiró una puñalada, pero como corría solo me hizo un pequeño rasguño; resignada y gritando me tiré al suelo, y cuando pensé que me vida terminaba ahí mi agresor, sorpresivamente, tropezó cerca de mí y fracturó un pie, y jamás no pudo pararse", relató la mujer emocionada.

Reveló que dos jóvenes que pescaban en un canal de riego que pasa por el sector y que se desplazaban en una motocicleta, al verla llorando le prestaron ayuda, la llevaron al cuartel de la Policía y luego los agentes rescataron a su expareja, quien permaneció dos días en prisión.

"Eso es un milagro de la Virgen de las Mercedes, estoy viva por ella, porque solo un milagro me salvó de la muerte", insistió la creyente que desde ese episodio acude todos los años al Santo Cerro.